jueves, 30 de julio de 2009

Jenaro Gajardo Vega; El chileno dueño de la luna.

Ya que hace poco se celebraron los 30 años de la llegada del hombre a la luna, compartiré con ustedes una historia sorprendente en relación a este suceso.

Cuando muy pequeño escuché esta historia, pero siempre creí que era una especie de cuento del tío o un mito urbano, aunque ahora, al leer este artículo en la revista "Muy Interesante" en su edición local, no pude dejar de sorprenderme, sonreir y sentir una profunda admiración ante el ingenio de este señor.

Siempre en los hechos importantes del mundo, por alguna razón, siempre hay un chileno en medio de la noticia, pero creo que esta es sin duda la historia más sorprendente de todas.

Esta es la historia de Jenaro Gajardo Vera, “el dueño de la luna”.

Fue blanco de infinidad de chistes, se le tildó de loco, y este antecedente histórico recorre Internet como un verdadero mito urbano. Pero la verdad es que la luna, esa esfera redonda y luminosa que miramos de vez en cuando, fue legalmente inscrita en Talca, como patrimonio de un chileno.

Nació en Traiguén el 18 de noviembre de 1919, sexto de nueve hermanos. Estudió para convertirse en abogado, aunque fue pintor y poeta. En 1951 se translada a Talca por su trabajo, y es allí en donde se convierte en el dueño de la Luna. En esta última ciudad, existía “El club de Talca”, desde donde sus inicios han sido integrantes solo miembros de la aristocracia talquina, y en el que Gajardo quería ingresar.

Lamentablemente fue rechazado, al no acreditar ningún bien raíz. En sus memorias, Don Jenaro recuerda que tras este episodio, se fue caminando hasta la plaza de armas de la ciudad, absolutamente molesto por la rancia importancia que el club le daba a las cosas materiales. Fue en ese momento, cuando decidió inscribir el satélite natural como propiedad suya.

El 25 de septiembre de 1954 se presentó ante el notario de Talca, en donde se declaraba dueño de la Luna desde 1857, fórmula usada en la época para sanear terrenos sin título de dominio. En total todo el trámite le costó 42 mil pesos.

Tras adquirir este preciado bien, Don Jenaro fue aceptado en “El Club de Talca”, dándoles a sus nuevos correligionarios una gran lección.

En 1969, con la misión “Apolo 11” adportas, al Presidente de Estados Unidos Richard Nixon, no le quedó más que enviarle un telegrama a Jenaro Gajardo, mediante la embajada estadounidense en Santiago diciendo lo siguiente: “Solicito en nombre del pueblo de los Estados Unidos, autorización para el descenso de los astronautas Aldrin, Collins y Amstrong en el satélite lunar que le pertenece”.

Ante tan magna misiva, Gajardo Respondió: “En nombre de Jefferson, de Washington y del gran poeta Walt Whitman, autorizo el descenso de Aldrin, Collins y Amstrong en el satélite natural que me pertenece y lo que más me interesa no es solo el feliz descenso de los astronautas, de esosvalientes, sino también un feliz regreso a su patria”.

Tiempo después, el Servicio de Impuestos Internos de Chile le envió un par de inspectores, para cobrarle las respectivas contribuciones. Tan agudo como siempre, Don Jenaro les respondio: “Ningún problema en reconocer mi deuda, pero exijo que, en conformidad con la ley, Impuestos Internos visite mi propiedad y la tase. Después hablamos”. Obviamente, los inspectores jamás volvieron.

Este soñador, falleció en 1998, y jamás sacó provecho de su propiedad. En su testamento expresó: “Dejo a mi pueblo la luna, llena de amor por sus penas”.

Sin embargo, en 1967 se firmó un tratado en las Naciones Unidas que prohíbe la compraventa de objetos exteriores a la Tierra, siendo desde ese entonces posesión de nadie. A pesar de lo cual, en 1980, el estadounidense Dennis Hope formaliza de nuevo en una oficina del registro de San Francisco la "compra" de la Luna, dedicándose desde entonces a vender parcelas en suelo lunar.

Como siempre, un norteamericano se queda con el pastel!

2 comentarios:

  1. Desde luego... ¡muy bueno!!!!
    Es super interesante esto qué nos cuentas!!!

    ^^

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  2. Claro... a mi jamás se me hubiera ocurrido semejante adquisición! :-)

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