Heredera de una historia milenaria, Beatriz Pichi Malen ha comprometido su vida a la búsqueda y transmisión de los cantos ancestrales del Pueblo Mapuche.
Nacida en Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, Argentina, es por línea materna tataranieta del Cacique Coliqueo.
Comenzó su carrera artística a mediados del año '90, pero se hace conocida masivamente el año 2000 gracias a la edición de su primer álbum llamado "Plata", cuyo nombre hace alusión a la materia prima con que se elaboraba la ornamentación femenina del pueblo Mapuche.
En el 2001 se presenta en Barcelona, España, en el Mercat de Música Viva de Vic, y al año siguiente, publica su segundo trabajo titulado "Añil". Desde entonces, los viajes por el mundo, en especial a Europa son constantes y sirven para difundir la riqueza de un pueblo en extinción.
La cultura Mapuche está llena de sabiduría, respeto por la tierra, tradiciones que se trabsmiten de generación en generación y una fortaleza que lleva a su gente a estar en pié de guerra aún hoy, después de 500 años, ya no con los españoles si no, con los chilenos que son sus propios descendientes.
La música de este pueblo originario nunca había logrado llamar mi atención, sin embargo, Beatriz Pichi Malen logra combinar a la perfección las letras ancestrales que hablan de la tierra y la particular visión del cosmos que tiene el Pueblo Mapuche con los sonidos del nuevo milenio; sonidos electrónicos elegantes, instrumentos de viento y percusión acompañan a esta voz dulce y entrañable, que lleva al auditor por algunos instantes, al sur del mundo, a la patagonia Chileno-Argentina.
Comenzó su carrera artística a mediados del año '90, pero se hace conocida masivamente el año 2000 gracias a la edición de su primer álbum llamado "Plata", cuyo nombre hace alusión a la materia prima con que se elaboraba la ornamentación femenina del pueblo Mapuche.
En el 2001 se presenta en Barcelona, España, en el Mercat de Música Viva de Vic, y al año siguiente, publica su segundo trabajo titulado "Añil". Desde entonces, los viajes por el mundo, en especial a Europa son constantes y sirven para difundir la riqueza de un pueblo en extinción.
La cultura Mapuche está llena de sabiduría, respeto por la tierra, tradiciones que se trabsmiten de generación en generación y una fortaleza que lleva a su gente a estar en pié de guerra aún hoy, después de 500 años, ya no con los españoles si no, con los chilenos que son sus propios descendientes.
La música de este pueblo originario nunca había logrado llamar mi atención, sin embargo, Beatriz Pichi Malen logra combinar a la perfección las letras ancestrales que hablan de la tierra y la particular visión del cosmos que tiene el Pueblo Mapuche con los sonidos del nuevo milenio; sonidos electrónicos elegantes, instrumentos de viento y percusión acompañan a esta voz dulce y entrañable, que lleva al auditor por algunos instantes, al sur del mundo, a la patagonia Chileno-Argentina.
Aquí un video que encontré por la red con mi tema favorito del álbum "Plata" y que se llama "Pewen Tayül".
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