Esta historia va más o menos así:Adriana Barrientos es una modelo que saltó a la fama en el medio nacional por menear las tetas y el trasero en discoteques y en la televisión al ritmo frenético del reggaetón, además de ser la “amiga” de uno que otro futbolista. Por alguna extraña razón, modelos y futbolistas hacen una mezcla que a los medios les encanta mirar, para llenar las páginas de sus diarios, revistas y programas de farándula.
La Barrientos conoció a Daniel Pinto en el reality 1910 de Canal 13 y su relación, con más bajos que altos, ha sido durante este último tiempo el comidillo de la prensa. Habían anunciado su separación definitiva, pero ahora resulta que se van de viaje juntos a Brasil, según ellos, porque las reservas estaban hechas con anterioridad y no tenía sentido perder algo que ya estaba pagado, pese a que lo más lógico tras terminar una relación amorosa es que se den por perdidos todos los panoramas programados para el futuro.
Como sea, Daniel Pinto se hizo el desentendido y ayer llegó con las maletas listas para concretar el viaje a Brasil que había organizado junto a su ahora ex- novia.
"Él me dijo que no iba a ir... No habrá reconciliación", alegó Adriana, quien no sólo tuvo que compartir avión con su ex, sino que además pasará los próximos cinco días en el mismo hotel.
Esto me huele a cuento para ganar publicidad y seguir en portada.
Hoy, mientras estaba en la peluquería, tuve que soportar 40 minutos en un programa de televisión los detalles de la “noticia”, con entrevistas a los amigos, familiares y hasta el portero del edificio donde Adriana vive. Horrible!
Ayer fue Kenita Larraín, hoy es Adriana Barrientos y mañana será cualquier otra, y aunque me cargan estas niñitas tontas, más vale “bataclana” conocida que “bataclana” por conocer.
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