El pulpo Paul, estiró sus 8 patas.

El pulpo Paul, que saltó a la fama durante el pasado Mundial de Fútbol de Sudáfrica por sus acertadas predicciones de los ganadores de los encuentros, murió en horas de ayer en su pecera del acuario Sea Life de Oberhausen.

El famoso cefalópodo acertó a lo largo del torneo no sólo el desenlace de los encuentros que disputó la selección alemana de fútbol, sino también la final entre España y Holanda, la que ganó el conjunto español.

Este ejemplar, de la especie “Octopus vulgaris”, conoció en su breve existencia la fama y provocó todo un revuelo con sus acertadas “predicciones”, desde interrupciones programáticas de la CNN para transmitir en vivo al mundo sus visiones, hasta ser la fuente de inspiración de una película llamada “El asesino del pulpo Paul”.

Con el reconocimiento mundial llegó también un asombroso aumento en su valor, ya que empresarios del Concejo Orensano de O Carballiño llegaron a ofrecer hasta 30.000 euros por el fichaje del “bicho adivino”, al que pretendían convertir en figura promocional del pulpo 'a feira'.

Pero no todo fue bueno en la vida de Paul, porque el pobre murió virgen y sin descendencia. Muchas hembras de esta especie, en el afán de llegar a la televisión intentaron seducirlo e inventaron a los medios falsos romances con este singular personaje (al parecer esta artimaña funciona mejor en la especie humana), pero no pudo ser.

Los restos mortales de Paul se incinerarán y las cenizas quedarán guardadas dentro de un monumento en su memoria, lo que significa todo un avance en el mundo de los pulpos, más acostumbrados a un funeral en una sartén, condimentados con abundante sal y aceite.

Aquí tenemos a Paul en su momento más glorioso:

Se nos fue Paul; Q.E.P.D. (Que En PEZ Descanse).