La gente buena, merece que le pasen cosas buenas.
Hay personas que tienen algo que las hace especiales, cosas simples que no se enseñan en ninguna universidad y no se compran con dinero. La alegría, la transparencia, la honestidad y algo que en lo personal me gusta mucho, el sentido del humor, hacen que una persona común y corriente, con la que seguramente te cruzaste en la calle decenas de veces sin que la notaras siquiera, se convierta en alguien importante, única y cercana en tu vida.
A pesar de las penas, de lo que pueda pensar el resto o de lo limitado de los recursos, logran sobreponerse a los malos momentos y siguen, cabeza erguida, avanzando, sin resentimientos ni victimizándose. De estas personas, hay muy pocas en el mundo y yo soy afortunado, porque en mi vida he tenido la posibilidad de conocer a varias.
Mis amigos son uno de mis grandes tesoros, quienes me acompañan incondicionalmente, sin juzgar ni esperar nada a cambio. Los que están para tenderme una mano en los momentos difíciles, alegrarse con mis logros y decirme con franqueza mis errores, no con el afán de criticar, si no con la intención de que me convierta en una mejor persona, han sido para mí una bendición.
Hoy, seguramente tú que lees esto, sabes que hablo de ti y que entre esas personas se encuentra tu nombre. No es casualidad, claro está.
Dos de ellos, Jany y Víctor, están hoy disfrutando de una felicidad muy bien merecida y que espero puedan disfrutar por siempre.
Hace nueve meses comenzó una larga espera, que terminó hace casi tres semanas con el nacimiento de Agustín (del Latín “Augustinus”, que quiere decir “El venerado”) y que viene a coronar un largo proceso, no exento de dificultades, pero que con amor y respeto llegó finalmente a buen puerto.
El camino de Agustín recién comienza y aún hay toda una vida que recorrer, pero estoy seguro que mis amigos, junto con Cristóbal, su otro hijo, y todos quienes de una u otra manera se sienten parte de esta familia, lograrán encontrar la manera de que este niño, tan esperado, consiga lo que todos queremos encontrar; la felicidad.
La gente buena, merece que le pasen cosas buenas, y ustedes, Vecinos, se merecen las mejores.
Sandra, mi favorita, publicó en 1995 el álbum "Fading Shades". En ese momento la cantante esperaba el nacimiento de sus gemelos, por los cuales dejó en pausa su carrera musical hasta el año 2003 y así dedicarse tiempo completo a su tarea más importante; sus hijos. La canción "First lullaby", que cierra ese disco, es básicamente una canción de cuna, cantada por una madre que sueña con lo mejor para sus hijos.
Como regalo y en especial para tí, Jany, les dedico esta canción con todo el afecto del mundo:
Tu mami está aquí; es tu canción de cuna... /
Habrá alegría y habrá dolor / Descubrirás que son lo mismo / Es tu vida la que ahora comienza... /
¿Serás paciente con tu mamá? / Un día seguirás al sol / Estaré siempre a tu lado / Y escucharás de vez en cuando, tu primera canción de cuna... /
¡Abrazos y bendiciones!
Hay personas que tienen algo que las hace especiales, cosas simples que no se enseñan en ninguna universidad y no se compran con dinero. La alegría, la transparencia, la honestidad y algo que en lo personal me gusta mucho, el sentido del humor, hacen que una persona común y corriente, con la que seguramente te cruzaste en la calle decenas de veces sin que la notaras siquiera, se convierta en alguien importante, única y cercana en tu vida.
A pesar de las penas, de lo que pueda pensar el resto o de lo limitado de los recursos, logran sobreponerse a los malos momentos y siguen, cabeza erguida, avanzando, sin resentimientos ni victimizándose. De estas personas, hay muy pocas en el mundo y yo soy afortunado, porque en mi vida he tenido la posibilidad de conocer a varias.
Mis amigos son uno de mis grandes tesoros, quienes me acompañan incondicionalmente, sin juzgar ni esperar nada a cambio. Los que están para tenderme una mano en los momentos difíciles, alegrarse con mis logros y decirme con franqueza mis errores, no con el afán de criticar, si no con la intención de que me convierta en una mejor persona, han sido para mí una bendición.
Hoy, seguramente tú que lees esto, sabes que hablo de ti y que entre esas personas se encuentra tu nombre. No es casualidad, claro está.
Dos de ellos, Jany y Víctor, están hoy disfrutando de una felicidad muy bien merecida y que espero puedan disfrutar por siempre.
Hace nueve meses comenzó una larga espera, que terminó hace casi tres semanas con el nacimiento de Agustín (del Latín “Augustinus”, que quiere decir “El venerado”) y que viene a coronar un largo proceso, no exento de dificultades, pero que con amor y respeto llegó finalmente a buen puerto.
El camino de Agustín recién comienza y aún hay toda una vida que recorrer, pero estoy seguro que mis amigos, junto con Cristóbal, su otro hijo, y todos quienes de una u otra manera se sienten parte de esta familia, lograrán encontrar la manera de que este niño, tan esperado, consiga lo que todos queremos encontrar; la felicidad.
La gente buena, merece que le pasen cosas buenas, y ustedes, Vecinos, se merecen las mejores.
Sandra, mi favorita, publicó en 1995 el álbum "Fading Shades". En ese momento la cantante esperaba el nacimiento de sus gemelos, por los cuales dejó en pausa su carrera musical hasta el año 2003 y así dedicarse tiempo completo a su tarea más importante; sus hijos. La canción "First lullaby", que cierra ese disco, es básicamente una canción de cuna, cantada por una madre que sueña con lo mejor para sus hijos.
Como regalo y en especial para tí, Jany, les dedico esta canción con todo el afecto del mundo:
Parte de la letra dice:
El sol de la tarde está descendiendo en el océano / El viento está soplando alrededor / Esta es tu casa; es nuestra casa ahora... /
El sol de la tarde está descendiendo en el océano / El viento está soplando alrededor / Esta es tu casa; es nuestra casa ahora... /
Tu mami está aquí; es tu canción de cuna... /
Habrá alegría y habrá dolor / Descubrirás que son lo mismo / Es tu vida la que ahora comienza... /
¿Serás paciente con tu mamá? / Un día seguirás al sol / Estaré siempre a tu lado / Y escucharás de vez en cuando, tu primera canción de cuna... /
¡Abrazos y bendiciones!
Un hijo siempre es una bendición para la familia, muchas felicidades para los padres y hermano, que Dios acompañe el caminar de Agustín.
ResponderEliminarIvonne.-
Hola, Ivonne!
ResponderEliminarGracias por tus palabras y buenos deseos para esta familia tan especial para mí.
Un abrazo para ti y bienvenida al blog! ;-)
Amigo mio te agradezco de todo corazon tus lindas palabras,la verdad que es dificil comentar algo despues de tantos halagos...solo te puedo decir que te quiero mucho y que sabes que puedes contar con nosotros.y una vez mas te agradezco por considerarnos tus amigos nos sentimos muy halagados un beso y estamos en contacto
ResponderEliminarVaya, sí pudiste publicar al fin! :-D Ves que no era tan difícil?
ResponderEliminarPor demasiadas cosas, que ya te contaré, la visita no ha podido ser, pero ya me dejaré caer pro tu casa pa' que nos tomemos un ron... o en honor a la nueva realidad; un tecito! Jajajajajaja.
Abrazos para todos por ahí!!!