En una sociedad en la que todos juzgan y creen tener la razón, en la que te dicen en que creer, que hacer, que es lo correcto y lo que no, a veces es bueno alejarse y encontrar otro punto de vista.
“Traté de encontralo en la cruz de los cristianos, palmo a palmo la examiné, pero Él no estaba allí. Fui al templo Hindú, a la antigua pagoda, pero en ninguno de ellos había huella alguna. Fui a las tierras altas del Herat, y a Kandahar, pero ni en la alturas ni en las profundidades fui capaz de encontrarle. Fui a la Caaba, en La Meca. Él no estaba allí tampoco. Pregunté por Él a los eruditos y filósofos, pero Él estaba mas allá de su conocimiento. Entonces, miré dentro de mi propio corazón. En ese, su lugar, lo vi. No se le puede encontrar en ningún otro lugar”.
Jelaluddin Rumi.
El texto pertenece a un poeta místico del siglo XIII y aparece en la carátula del disco "The cross of changes" de Enigma.
Hoy hablando con una mi amiga Karla, acerca de Dios y la manera en que las personas se han aprovechado de Él para beneficio propio o dictar normas para el resto, recordé este texto y pensé en publicarlo para dedicárselo a mis amigos de "Escoge", pero en especial a los que aún creen que Dios permanece clavado en la cruz, esperando ser admirado desde la primera fila los domingos en misa, pero no logran verlo VIVO en ellos mismos ni en quienes están cerca.
A veces los árboles no nos dejan ver como es todo el bosque.
Recuerdo que este texto me impresionó mucho cuando compré el "The CROSS Of Changes" allá por 1993. Muy cierto lo que dice este poeta, siempre lo llevo en mente. Un abrazo.
ResponderEliminarMe pasó igual, Runner. Me impresionó mucho este texto cuando compré el The Cross of changes", una época de muchas preguntas que todavía no tenían respuestas. Fue un gran descubrimiento. ;-)
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