Mario me lo comentó hoy por Facebook, esa red social que, a pesar de los muchos contras que tiene, permite que nos mantengamos en contacto frecuente y al día en las nuevas de cada lado del mundo.
En una nota llena de nostalgia, Toño Angulo Daneri nos relata el pasar de 3 pintores chilenos por el pueblo medieval de Chinchón, en España, cuna de la casi extinta fundación Arauco, donde se formaron Carlos Vega Faúndez (a quién tuve la fortuna de conocer hace un año), Pablo Santibáñez y Mario Caamaño.
“Chinchón es un lugar maravilloso para vivir, si a uno le gusta vivir en un pueblo de cinco mil habitantes. O si es pintor. Tiene una luz increíble, de un azul intenso durante el día y de un rojo hipnótico al atardecer… Caamaño pinta de ocho a 10 horas diarias, oyendo una radio de noticias. No tiene galería ni marchante que lo represente, y le va bien así, vendiendo sus cuadros por encargo", dice parte de la nota.
Aquí el artículo completo:
Leyendo el texto, publicado originalmente en: http://papeldigital.info/elsemanal/#, no he podido dejar de pensar en lo extraño de la vida y en cómo millones de circunstancias convergen en un mismo instante para llevarnos por un determinado camino; La fundación ARAUCO no tiene alumnos becarios desde el 2009, el mismo año en que Mario egresó de ella. ¿Todavía alguien cree que las coincidencias existen?
La entrevista que fue realizada hace casi un mes ha sido publicada el día de ayer y vale la pena leerla en extenso.
A fin de mes, Mario parte rumbo a Bélgica, a su primera exposición individual, la cual espera sea un éxito tanto en ventas como en el interés que pueda generar en el público ver su trabajo.
Pronto, más noticias al respecto.
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