El tiempo pasa sin detenerse a mirar atrás, convirtiéndose en recuerdos en nuestras memorias y dejando a su paso hechos concretos que nunca más podrán ser modificados.
Lo que fue, ha sido y no hay marcha atrás. Lo que es, dura menos que un instante y se nos pierde en el “por siempre”. Lo que será, no es más que una promesa que quizás no llegue a suceder.
El tiempo, que continuamente nos falta entre tantas prisas, el que pasa veloz y nos consume segundo a segundo. El tiempo que nos queda, el que no disfrutamos.
El tiempo que no siempre cura todas las heridas ni cierra capítulos inconclusos en nuestras vidas. El mismo que se escapa con cada letra digitada, una a una, para formar cada palabra en este texto.
El tiempo que se nos regala para ser, decir o hacer y que pocas veces usamos sabiamente. El que quisiéramos para hacer lo que en verdad nos gusta y tener de sobra para estar con quienes extrañamos.
El tiempo, esa magnitud matemática que a fin de cuentas no nos pertenece, que no es eterna y por tanto se acabará algún día para cada uno de nosotros, no pasa de ser una línea que recorremos entre dos puntos; el de partida y el del final.
Hay un tiempo para nacer, para reír, para soñar, para cumplir metas, para llorar, para pedir perdón y otro para pensar. Hay un tiempo para olvidar, para esperarlo todo, un tiempo para callar y otro para ser escuchado. Hay un tiempo para dar un abrazo, para dormir, para trabajar y otro para no hacer nada…
¿Por qué olvidamos a veces que también hay un tiempo para morir?
Mi asignatura pendiente es aprender a gestionar mejor mi tiempo. Abrazos, querido Roddo.
ResponderEliminarEl tiempo..., mi enemigo implacable. En todos los sentidos. siempre luchando contra él, siempre. Y así será por unos cuantos años más.
ResponderEliminarDespués de muchos días, al fin puedo responder...
ResponderEliminarRunner: El tiempo siempre es escaso en la era que corre, y por más que se intente siempre faltan horas a nuestros días. Lo importante, creo yo, es no dejar de dedicarle unos minutos a las personas y pasatiempos que nos gustan.
Gene: Pues al parecer tenemos un enemigo en común... que por lo demás nos lleva ventaja y varios puntos a su favor.
Estos últimos días he pensado mucho en las cosas que he dejado de hacer y decir por falta de tiempo y dentro de lo que puedo, intento ganarle algo de terreno al imparable señor tiempo.
Abrazos intercontinentales para ambos. ;-)