20 de mayo del 2012; el día en que el mundo (otra vez) no se acabó.

"Día veinte de Tauro la tierra tan fuerte temblará, el gran teatro atestado se hundirá. El aire, cielo y tierra oscurecerse y temblará, entonces Dios con sus santos al infiel arrollará".

"En el lugar en que Hierón hizo su nave fabricar, tan gran diluvio habrá y tan súbito, que no habrá lugar ni tierras refugiarse. La onda llegará hasta el Fesulano Olímpico".

"Venus tendrá un curso tan virtuoso, que ofuscará del Sol toda ley."

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Este es el texto de Nostradamus que, según los estudiosos y alarmistas, profetiza un megaterremoto para hoy y que muchos dicen marca quizás el fin del mundo tal y como lo conocemos. 

Un sismo de 4,2 grados en la escala de Richter sacudió hoy a la ciudad de Montes Claros -ubicada sobre una falla geológica, en el sudeste de Brasil-, con registro de movimientos en los edificios del Shopping Popular y de la Universidad Estatal, reportó el Observatorio Sismológico. 

Por otro lado, un terremoto de magnitud 5,9 en la escala Richter sacudió en la madrugada del domingo el norte de Italia y produjo la muerte de al menos seis personas, según informaron medios de prensa locales y, según la televisión pública Rai, hay alrededor de 50 heridos, aunque otros medios elevan la cifra. 

¿Coincidencia? 

Ya me tienen un poco harto con estos anuncios, la verdad. Si el mundo ha de acabarse, que lo haga y ya, pero esto de vivir atemorizado por un rumor es un tanto molesto a estas alturas, especialmente para alguien como yo que se quedó sin casa en un terremoto y que ha tenido que escuchar al menos 4 anuncios fallidos de fin de mundo en menos de un año. 

Por ahora prefiero reírme en Twitter con el Trending Topic #cosasquenohiceantesdelmegaterremoto. 

Duerman tranquilos, porque seguramente nos veremos mañana.