Hoy fui a preguntar a la municipalidad por los documentos que necesito para postular al subsidio estatal de reconstrucción de vivienda. Ya que estoy terremoteado, debo buscar todas las alternativas para tener pronto una nueva casa.
En la fila, que se me hizo eterna por lo demás, escuchaba las preguntas que las personas hacían respecto de su situación. Una tras otra sacaban papeles y más papeles para explicar, a quien atendía, las condiciones en la que estaban; Le falta el título de dominio. No, ese trámite se hace en la otra fila, tiene que hablar con la señorita de rojo y pelo rubio. Le entregaron ya el certificado de demolición?... era lo que repetía una y otra vez la encargada. Siguienteeeee!!!
Le tocó el turno a una señora, de unos 40 años y que al parecer estaba tan nerviosa que hasta se le entrecortaba la voz. La mujer a cargo de la inscripción le preguntó por sus documentos y la señora los sacó de una bolsita plástica de supermercado. Se notaba que era una persona pobre, del campo y muy humilde. No sé cual es la razón, pero la gente con escasos recursos tiende a hablar en voz baja, con la cabeza sumida entre los hombros y mirando desde abajo a su interlocutor. Sentirán que son menos valiosos que alguien que viste traje y habla golpeado?
Ante la pregunta sobre el nombre del dueño del terreno en donde estaba la casa dañada, la señora se encogió de hombros y se quedó en silencio. La encargada le replica: “pero lea lo que dice la escritura pues, señora” y esta contestó un lapidario: “es que no sé leer ni escribir, señorita”… La encargada tomó la escritura de la propiedad en sus manos y leyó en silencio para luego seguir con todo el trámite sin hacer más preguntas.
En un país que está considerado el más avanzado en la región latinoamericana, que entra y sale a gusto de tratados de comercios y grupos económicos de élite; cómo es posible que aún existan personas sin saber leer o escribir?
Le he dado un par de vueltas durante la tarde, y ahora me explico muchas cosas, como por ejemplo, lo mal que escribimos y hablamos los chilenos, sin mencionar lo pobre de nuestro vocabulario. Los ejemplos son tan extensos que no acabaría nunca de escribirlos. Es aquí, en pueblos tan pequeños como este en donde más se nota la falta de educación. Con padres analfabetos, muchos de sus hijos están casi condenados a seguir en la misma línea... una pena y una vergüenza!
La educación es un derecho, pero al parecer no todos lo saben y no para todos alcanza.
La señora se retiró con un nuevo papel del escritorio de la encargada, papel con nuevas instrucciones para seguir el proceso y que por supuesto, no podía leer.
A los pocos minutos, me senté en el mismo escritorio, pero a mitad de la explicación sobre mi condición, la encargada me dijo que me faltaba el certificado de inhabitabilidad de mi casa, así que fue el fin de la entrevista…. debo volver mañana!
En la fila, que se me hizo eterna por lo demás, escuchaba las preguntas que las personas hacían respecto de su situación. Una tras otra sacaban papeles y más papeles para explicar, a quien atendía, las condiciones en la que estaban; Le falta el título de dominio. No, ese trámite se hace en la otra fila, tiene que hablar con la señorita de rojo y pelo rubio. Le entregaron ya el certificado de demolición?... era lo que repetía una y otra vez la encargada. Siguienteeeee!!!
Le tocó el turno a una señora, de unos 40 años y que al parecer estaba tan nerviosa que hasta se le entrecortaba la voz. La mujer a cargo de la inscripción le preguntó por sus documentos y la señora los sacó de una bolsita plástica de supermercado. Se notaba que era una persona pobre, del campo y muy humilde. No sé cual es la razón, pero la gente con escasos recursos tiende a hablar en voz baja, con la cabeza sumida entre los hombros y mirando desde abajo a su interlocutor. Sentirán que son menos valiosos que alguien que viste traje y habla golpeado?
Ante la pregunta sobre el nombre del dueño del terreno en donde estaba la casa dañada, la señora se encogió de hombros y se quedó en silencio. La encargada le replica: “pero lea lo que dice la escritura pues, señora” y esta contestó un lapidario: “es que no sé leer ni escribir, señorita”… La encargada tomó la escritura de la propiedad en sus manos y leyó en silencio para luego seguir con todo el trámite sin hacer más preguntas.
En un país que está considerado el más avanzado en la región latinoamericana, que entra y sale a gusto de tratados de comercios y grupos económicos de élite; cómo es posible que aún existan personas sin saber leer o escribir?
Le he dado un par de vueltas durante la tarde, y ahora me explico muchas cosas, como por ejemplo, lo mal que escribimos y hablamos los chilenos, sin mencionar lo pobre de nuestro vocabulario. Los ejemplos son tan extensos que no acabaría nunca de escribirlos. Es aquí, en pueblos tan pequeños como este en donde más se nota la falta de educación. Con padres analfabetos, muchos de sus hijos están casi condenados a seguir en la misma línea... una pena y una vergüenza!
La educación es un derecho, pero al parecer no todos lo saben y no para todos alcanza.
La señora se retiró con un nuevo papel del escritorio de la encargada, papel con nuevas instrucciones para seguir el proceso y que por supuesto, no podía leer.
A los pocos minutos, me senté en el mismo escritorio, pero a mitad de la explicación sobre mi condición, la encargada me dijo que me faltaba el certificado de inhabitabilidad de mi casa, así que fue el fin de la entrevista…. debo volver mañana!
Odio la burocracia. Es una pena que lo traigan a uno de acá para allá para solucionar cosas que podrían arreglarse sin tanto trámite. También lamento mucho que haya analfabetismo, en cualquier país, pero me da gusto que le haya ayudado la burócrata a la señora. Muchos la habrían dejado a su suerte.
ResponderEliminarHola, Jaime!
ResponderEliminarQué gusto leerte por aquí. Había estado espiando tu blog en estos días en los pocos minutos que le estoy dedicando a la red, pero veía que hace 10 días que no actualizabas.
Pues, la burocracia en cierto modo es necesaria para ordenar las cosas, yo mismo en mi trabajo debo priorizar la atención de público según orden de llegada, aunque intento darle prioridad a los que traen asuntos más urgentes o importantes, pero en estos casos, es una pena y a veces la falta de criterio de las personas a cargo no hace más que aumentar la angustia de las personas... A la señora en cuestión la he vuelto a ver hoy en otro departamento municipal, pero esta vez, fue más lista y ha venido acompañada! ;-)
Un abrazo!
Sí, he andado muy ocupado. Estoy haciendo revisiones a mi disertación doctoral y mañana (viernes) y el lunes son los últimos dos días de levantamiento de datos para el experimento, así que ando todo lleno de cosas que hacer. Por eso no actualizo con la misma frecuencia.
ResponderEliminarQué bueno que la mujer llevó a alguien ahora. Es mucho mejor.
Muchos saludos!
Gracias por pasar a ¨espiar mi blog¨ ¿No usas google reader? Si no lo usas, deberías considerarlo porque te ahorra mucho tiempo para no tener que andar de blog en blog viendo si alguien ya actualizó.
Muchos saludos y que todo siga mejorando, aunque sea poco a poco!
Google reader? Eso suena muy moderno... creo que le daré un vistazo! Jejejeje.
ResponderEliminarÉxito con el experimento y la disertación.
Abrazos!
Mira, entra a http://reader.google.com
ResponderEliminarAhí puedes meter las direcciones de los blogs que sigues, y automáticamente te dice cuándo hay actualizaciones. Así diario sólo entras a una página para poder leer todos los blogs que gustes. Si quieres dejar un comentario, entras al blog, pero si no, te ahorras mucho tiempo y clicks.
Saludos!!!
Por lo menos la burócrata entendió, se tragó la lengua y actuón... una suerte porque no todo el mundo es así.
ResponderEliminarPor mis anteriores trabajos he tenido que tratar con todo tipo de personas, pobres y ricas, listas y menos listas... y a quien no entendía, le ayudaba y le explicaba las mismas cosas de diferentes maneras... mi tiempo era el mismo y mi trato bueno... y mi satisfacción tremenda.
El problema de un pueblo es la incultura...
Por cierto, bravo por esa señira de la cola... muy valiente el ir sola la primera vez.
Con esto del terremoto y los más de 3 mil damnificados en toda mi comuna, las oficinas municipales están siempre colapsadas con gente, así que es una gracia que a la pobre mujer la atendieran bien. De hecho, ese mismo día, cuando llegó mi turno, le dí mis felicitaciones a la encargada por su paciencia... ante tanta presión, de seguro yo no sería tan amable.
ResponderEliminarFuncionarios... Siempre la misma historia. Les deberían pagar según rendimiento y eficacia, y no por meses.
ResponderEliminar100% de acuerdo! Yo sería millonario!!! Jajaja.
ResponderEliminarAbrazos y qué bueno verte por aquí!