Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo.
Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño...
Así dice parte de la letra de la canción “Todo cambia”, compuesta por el chileno Julio Numhauser. El tema ha sido interpretado por numerosos artistas de habla hispana, pero la versión que más me gusta es la realizada por la también chilena, Cecilia Echeñique.
En un periodo difícil, de ajustes personales, donde todo está cambiando y debo dejar de lado mis prejuicios para intentar avanzar, esta canción logra remecerme y me hace reflexionar.
A veces creo que soy un tanto egoísta por querer que el resto del mundo se adecúe a lo que quiero o busco. Por qué no puedo ser yo quien ajuste algunas conductas o vicios para lograr el equilibrio? La respuesta ha de ser que estoy demasiado acostumbrado a estar solo, por lo que en general todo tiene que funcionar como yo digo, bajo mis parámetros, de lo contrario siento que todo marcha mal... pero esta vez, intento transar en algunas cosas, aunque me incomoden y mi razón mande sobre lo que siento.
Los cambios son inevitables. Unas personas llegan y otras se van de nuestras vidas. Las condiciones laborales varían según la economía o lo que dicte el mercado. Cambia nuestro aspecto físico con el paso del tiempo y cambia la perspectiva que tenemos de la vida a causa de las experiencias vividas. Nos enfermamos para luego mejorar. Hay dinero a manos llenas y al día siguiente no alcanza ni para el pan....
... y así como todo cambia, que yo cambie; ¿no es extraño?