Hoy he hablado con Jaumet, mi amigo Español a quien quiero tanto y con el que disfruto mucho pasar horas hablando por msn.
Resulta que Jaumet ahora está aprendiendo a pintar con acuarela. Dice que no le resulta casi nada, pero que sigue poniéndole ganas al asunto y bueno, seguro poco a poco irá mejorando.
Me ha hecho pensar en esto de las artes y las vocaciones. A la mente se me viene mi hermano, que se fue a España hace casi 4 años y que hace una semana se ha movido a vivir definitivamente a Bélgica, a un nuevo taller, a una nueva vida. Jaumet con sus acuarelas. Ángel con sus fotografías de medio mundo, acumuladas en todos sus fantásticos viajes. Hasta he pensado en la Señora Jaqueline, la dueña del almacén de la esquina de mi casa, la misma que es un plomo y una antipática de primera, pero que desde ayer merece todo mi respeto al descubrir que hace unos trabajos de lujo y primera calidad en cuanto material existe.
Lo mío es la música y aunque no se distinguir un Do de un Re, me resultan algunas cosas buenas con ayuda del PC y del Cool Edit. Quería ser ingeniero en sonido, músico, componer, mezclar y cantar, pero nada de eso pudo ser.
Me entretiene tener mi radio en el blog. Me paso horas remezclando versiones de temas que me gustan y que la mayoría de la gente, al menos de aquí, no conoce. Muchos lloran cuando escuchan las secuencias que grabo para Escoge (aquél grupo en el que soy vitalicio y al que, aunque quiero, no puedo dejar).
Recordé luego de hablar con Jaumet, que tengo entre las muchas cajas con cosas que aún están embaladas después del terremoto, una guitarra electroacústica. Me la dejó mi hermano cuando se fue a Europa. La compró hace años y al no poder llevarla, me la prestó, para que de algún modo aprendiera de los Do y los Re, pero sigue en su estuche en aquella bodega en donde además está guardada la mitad de mi vida esperando ser rescatada.
A la guitarra le falta una cuerda, sólo una cuerda, que decenas de veces quise comprar en Linares, pero que siempre olvidé mirar en las tiendas. El fin de semana me compraré un juego completo y de algún modo, intentaré sacar un par de notas, porque entre tanta cosa cotidiana, cuentas, trabajos, líos familiares y amorosos, estas cosas seguramente nos ayudarían a vivir mejor y quizás más felices.
Todos deberíamos saber de acuarelas, oleos, fotografías, manualidades, de guitarras electroacústicas y claro, saber diferenciar una nota musical de otra, porque un Do, no es lo mismo que un Re.
Resulta que Jaumet ahora está aprendiendo a pintar con acuarela. Dice que no le resulta casi nada, pero que sigue poniéndole ganas al asunto y bueno, seguro poco a poco irá mejorando.
Me ha hecho pensar en esto de las artes y las vocaciones. A la mente se me viene mi hermano, que se fue a España hace casi 4 años y que hace una semana se ha movido a vivir definitivamente a Bélgica, a un nuevo taller, a una nueva vida. Jaumet con sus acuarelas. Ángel con sus fotografías de medio mundo, acumuladas en todos sus fantásticos viajes. Hasta he pensado en la Señora Jaqueline, la dueña del almacén de la esquina de mi casa, la misma que es un plomo y una antipática de primera, pero que desde ayer merece todo mi respeto al descubrir que hace unos trabajos de lujo y primera calidad en cuanto material existe.
Lo mío es la música y aunque no se distinguir un Do de un Re, me resultan algunas cosas buenas con ayuda del PC y del Cool Edit. Quería ser ingeniero en sonido, músico, componer, mezclar y cantar, pero nada de eso pudo ser.
Me entretiene tener mi radio en el blog. Me paso horas remezclando versiones de temas que me gustan y que la mayoría de la gente, al menos de aquí, no conoce. Muchos lloran cuando escuchan las secuencias que grabo para Escoge (aquél grupo en el que soy vitalicio y al que, aunque quiero, no puedo dejar).
Recordé luego de hablar con Jaumet, que tengo entre las muchas cajas con cosas que aún están embaladas después del terremoto, una guitarra electroacústica. Me la dejó mi hermano cuando se fue a Europa. La compró hace años y al no poder llevarla, me la prestó, para que de algún modo aprendiera de los Do y los Re, pero sigue en su estuche en aquella bodega en donde además está guardada la mitad de mi vida esperando ser rescatada.
A la guitarra le falta una cuerda, sólo una cuerda, que decenas de veces quise comprar en Linares, pero que siempre olvidé mirar en las tiendas. El fin de semana me compraré un juego completo y de algún modo, intentaré sacar un par de notas, porque entre tanta cosa cotidiana, cuentas, trabajos, líos familiares y amorosos, estas cosas seguramente nos ayudarían a vivir mejor y quizás más felices.
Todos deberíamos saber de acuarelas, oleos, fotografías, manualidades, de guitarras electroacústicas y claro, saber diferenciar una nota musical de otra, porque un Do, no es lo mismo que un Re.
P.S. Dedicado a quienes poseen un talento o una vocación, se perfeccionan y siguen sus sueños.