He estado pensando acerca de lo que se gana con múltiples contactos en una cuenta virtual en páginas de contacto, Messenger y sitios afines. Después del balance final, la cuenta queda en cifras rojas.
Hoy ha sido un día duro. Agotado por las horas de trabajo estas últimas horas quise salir a distraerme un rato, pero sucedió que mis amigos tenían compromisos, con sus ex-parejas, un velatorio, descargas de Internet, un casino, y los que no, no respondieron el teléfono o lo tenían apagado. Quería ir por un trago, ver gente, distraerme, pero como cada fin de semana terminé dependiendo del tiempo y ánimos del resto… sin auto propio, salir solo no es una opción, porque hay que ir fuera del pueblo y el gasto en taxi para volver a casa dispara el presupuesto, y ese es un lujo que ahora no puedo darme.
Aburrido y deprimido, resignado a no hacer nada más que dormir para mañana volver a hacer lo de siempre, lo usual de cada día, me conecté al Messenger, pero todo el mundo estaba desconectado y claro, seguramente mis contactos tienen una vida más emocionante que la mía, así que puedo entenderlo. Los pocos que estaban en línea miraban televisión, así que las palabras de mis interlocutores tardaban más de 5 minutos en aparecer en pantalla, y como no tengo tanta paciencia para sólo recibir monosílabos como respuesta después de tanto tiempo de espera, me harté y borré todas mis cuentas.
No hay rastros de mí por la red, a excepción de este blog y mi cuenta en Facebook, que por lo demás también voy a cerrar. Hay 100 personas ahí y no hablo con más de 10 entre familiares y amigos cercanos, del resto poco y nada puedo decir.
En un mundo tan globalizado, interconectado, donde todo es inmediato y estamos sólo a un clic de distancia, parecer ser que finalmente estamos cada vez más solos, viviendo nada más que de afectos intermitentes que se pierden sin más y donde todo da igual.
Se está volviendo una constante el hecho de que vivo en función del tiempo y las ganas de los demás. Cuando el resto quiere o puede pero yo no, bajo a la categoría de “aburrido”, y en el caso inverso, debo ser comprensivo. Me tiene un poco harto depender del resto para poder “hacer” y más importante aun, para poder “ser”.
Mientras mis contactos de Messenger y teléfono celular están en el casino perdiendo dinero, viendo en televisión películas que han programado mil veces, descargando series gringas de Internet en baja calidad y mal subtituladas, teniendo sexo con su ex (aunque eso es relativo por la historia detrás) y en un cumpleaños de "acabo de mundo" para celebrar con todos sus amigos los 30 años, pero al que sólo llegó un invitado, yo he hecho algo radical y con un simple "clic" los he borrado de mi vida. Deleted!