Dicen que los niños son una caja de sorpresas y cuando menos te lo esperas te arrancan una sonrisa. Este parece ser el caso.
Hoy publicaré algo muy breve, pero que encontré de casualidad en la red y me pareció genial:
¡Ojalá esta la técnica de la psicología inversa me sirviera para domar a unos "engendros del demonio" que conozco!
2 comentarios:
Te hago el mismo comenatario que hice a Loco sobre el mismo tema: "El niño es como para darle dos yoyas (hostias) seguidas, así, sin pestañear" :)
Nooooo, que después los psicólogos dicen que a los pobrecillos los traumas de por vida! Jajajajaja.
Publicar un comentario