Evo Morales tiene desde hoy las manos libres para diseñar una Bolivia a su medida. Esto porque Morales, de 50 años, obtuvo un arrollador triunfo en la primera vuelta en las elecciones de ayer domingo con más del 60% de los votos y anunció que "el tener los dos tercios en el Congreso me obliga a acelerar el proceso de cambio" iniciado en 2006 con la nacionalización de los recursos naturales de su país.Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, está en la misma línea que otro polémico mandatario, Hugo Chávez de Venezuela, y se encuentra hoy con una importante desición que tomar: Fortalece la democracia en su país con el tremendo poder político y social del que goza o caer en el autoritarismo y se rinde ante el poder que tiene en sus manos.
Según Ricardo Paz, sociólogo y columnista, "es muy probable que el presidente en las próximas horas vaya a cubrir por decreto supremo las acefalías (vacantes) de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal Constitucional algo que iría en detrimento de la independencia de poderes".
Demasiado poder implica demasiada responsabilidad y también, creo yo, demasiada tentación.
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