Feliz Navidad.

Esta fecha tan especial para muchos, llamada Navidad, la misma que con el paso de los años se ha convertido en un éxito comercial más que en la celebración del nacimiento de un niño que cambió la historia de la humanidad, está de regreso nuevamente.

Una fecha particularmente melancólica para mí, pero que al menos en mi casa, continúa teniendo un valor afectivo, sigue siendo un periodo de reflexión y se convierte en un momento para agradecer a todos quienes forman parte de mi vida y la hacen un poco mejor cada día.

Mis agradecimientos especiales a mis hermanos, por hacer que cada día me sienta orgulloso de ellos, a mis 2 madres, por estar presentes más que nunca este año y claro está, a mis amigos, los de siempre, los constantes, los que no preguntan ni cuestionan, que no se alejan a pesar de la distancia física, los cambios de realidades o de ciudad; a las que se enfrentan a quien sea por defenderme, a los que me sacan una carcajada cada vez que su voz suena en el teléfono, a los que viajan miles de kilómetros y cruzan medio mundo sólo por venir a abrazarme, a las que a pesar del dinero no han perdido su simpleza y honestidad, a los que no ostentan su título universitario ni status social para hacerse valer, a los que llaman cinco veces al día sólo para saber cómo y en qué estoy, a los que confían su vida, penas y alegrías y me dicen que todo va a estar bien… y a los que ya no están, porque su tiempo aquí se ha agotado, pero que no morirán en mi corazón ni en mis recuerdos… a todos (as) ellos (as); ¡Gracias y Feliz Navidad!