Etiquetas.

Altos, bajos, ricos, pobres, cuicos, flaites, heterosexuales, gays, de derecha o de izquierda; la lista de etiquetas es interminable. Al parecer a los seres humanos nos gustan las etiquetas, catalogarnos en uno u otro bando. Buscamos diferenciarnos del resto, pero no podemos vivir sin el sentido de pertenencia a algo o alguien, por tanto, nos terminamos encajonando en un grupo, sector o movimiento que “nos identifique”.

Me han dicho de todo, o casi de todo, porque soy de esos especímenes raros que comparte cosas de diversos sectores y no le complica compartir con todos ellos sin pertenecer a ninguno; le complica al resto, porque no pueden definirme. Cuando dicen "es esto", ya he cambiado y en ese minuto soy "lo otro". No creo en verdades absolutas y por ende, encuentro cosas buenas y malas en cada tipo de “clasificación”.

No comulgo con la derecha por sus planteamientos conservadores, acartonados y arrivistas, pero tampoco me gusta la izquierda por haber convertido a Chile en un país de oportunistas y perezosos. Participo en la iglesia católica, pero no creo en sus santos ni en su cínico discurso. A veces me visto como flaite, pero hablo como cuico. Escucho música new age, pero en las discos no tengo problemas en bailar un raggaettón. No soy un tipo romántico, aunque me mata mirar las estrellas una noche de luna llena... Ahora que escribo esto, parece que esta lista también es interminable.

En relación a las etiquetas; acaso no sería mejor facilitarlo todo y etiquetarnos simplemente como “personas”?

3 comentarios:

genestel dijo...

Las personas gustan de pertenecer a un tipo determinado de etiquetaje para sentirse cómodos, socialmente aceptados o importantes.
Si yo tengo tanto dinero y visto con ropa de alta costura, de carísimas marcas, poseo un yate, una casa enorme y en un barrio distinguido... entonces mi etiqueta es de las buenas, de las mejores y de las más buscadas.
Si yo no tengo dinero y visto con ropa encontrada en una casa de caridad, no poseo ni una básica manta, duermo en una caja de cartón debajo de cualquier puente o rincón... entonces mi etiqueta es de las malas, de las que nadie quiere, de los no deseadas.
Si yo soy un tipo fuerte y musculoso, voy al gym, ligo en las discos y playas... entonces también tengo una gran etiqueta.
Si yo soy un tipo escuálido y desgarbado, no salgo de casa, me asusto d ela gente y no entiendo nada... entonces tengo una etiqueta de las más malas.
Si yo voy... si yo asisto... si yo tengo... si yo poseo... si yo compro... si yo como...
... odio las etiquetas y creo que por ello así me va.
No me etiqueto ni me dejo etiquetar, no permito que me clasifiquen porque cuando lo intentan, ya he dado un giro inesperado y les cuesta mucho trabajo buscar la etiqueta nueva.
Me han tildado de raro pero no de frikie -extraño y tampoco me importa que me lo llamen-, de sensible, lleno de emociones -en exceso diría yo-, de divertido, de aburrido, de fogoso, de extremista, de no-extremista, de locuaz, de parlanchín, de callado, de silencioso, de ruidoso, de pijo, de pueblo, de... y de... y de...
Y yo me etiqueto como persona que vive todo de forma intensa, única y verdadera, de ser humano que está aprendiendo a amar, a querer y a cuidar. Me etiqueto de cielo azul y de mar profundo, de llamas de fuego y de heladas nocturnas. Me etiqueto de inteligencia aprendida pero que siempre estoy aprendiendo, me etiqueto de siroco salvaje y de viento fuerte de invierno. Me etiqueto de arena de playa y de espuma de olas, de noches de amor y gemidos secretos, de sonrisas abiertas y honestas y de amigo de mis amigos, de mis pocos amigos...
Y también me etiqueto de brisa y melocotón, de caballo al galope y elefante al trote, de foca mediterránea y de león marino a sol tendido...
Y no les llamo etiquetas sino puros sentimientos, una forma de vida, una fusión en mi interior, un ir y venir de mi corazón.
Porque soy persona, porque soy humano... porque soy esencia.

Aún así... ¿me etiquetas?


^^

Roddo dijo...

Seguramente por eso te quiero y me identifico tanto contigo, porque al igual que yo, no permites que te catalogen, porque cuando ya han dicho lo que eres, has vuelto a cambiar... me encantas!!!

Que bueno tenerte rondando por aquí nuevamente, Gene.

Jaime Rivera dijo...

Me gustaría saber qué es flaite y cuico.

sobre las etiquetas... me suena familiar el tema, con un enfoque completamente diferente.

Tienes razón, es mejor llamarnos personas.

 

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