"El viejazo".

Esto podrá sonar un poco exagerado, pero al parecer me llegó “el viejazo”, así de categórico y sin ningún rodeo.

Es que parece que cuando se llega a cierta edad todo empieza a cambiar vertiginosamente. Las energías ya no son las mismas, la salud se reciente con mayor frecuencia y te duelen zonas de tu cuerpo que pensaste que jamás te molestarían.

Es verdad que estoy sobrecargado de trabajo, y más cierto aún es que mi poco tiempo libre se me va limpiando la casa, pero es que es parte del costo de ser mayor, un hombre hecho y derecho (no se que tan aplicable en mí sea esto último), supongo. Las responsabilidades están antes que salir por un trago, disfrutar con los amigos, viajar, sentarse en la plaza a escuchar un buen disco mientras sólo se mira a la gente pasar, en fin… la suma de todo termina agotandolo a uno mental y físicamente.

Los años no pasan en vano y bueno, ya comenzó la cuenta regresiva.

Todo esto viene porque hoy he tenido que ir al traumatólogo por un dolor en el hombro derecho, que resultó ser una tendinitis. Me inyectaron un medicamento del que ni recuerdo el nombre, directamente en la articulación del hombro y... ahora me duele más. Aunque el médico dice que irá pasando con los días, aún así deberé visitar a un kinesiólogo para que la recuperación sea óptima. El dolor de la columna es un cuento a parte. No recuerdo el tecnicismo, pero la cosa es que uno de las vértebras no está en su lugar y…. ¡kinesiólogo e inyección de nuevo!

No se, supongo que ahora que los días están más largos, quizás podría empezar a salir a trotar por las tardes, dejar de fumar un poco y comer más sano, pero… ¡Veremos qué resulta!

Como sea, si pasaste los 30 años y algo de lo que he escrito se parece a tu realidad cotidiana, no lo pienses dos veces, porque seguro ya no eres tan incansable como a los 20, sigue mi consejo y… ¡Hazte ver!

4 comentarios:

Sólo Adán dijo...

Lo importante es que a pesar de eso..."lo comío y lo baila'o, no te lo quita nadie" xD!

Roddo dijo...

Eso sí que sí... Que no todo es malo y por ahí en medio hay más de algún momento de diversión! ;-)

Abrazos!

Jaime Rivera dijo...

Yo tengo 33 años y todavía no me llega el viejazo, pero sí he notado que mis rodillas ya no están tan bien como antes.

Roddo dijo...

Vaya, estamos conectados y escribiendo en el blog del otro al mismo tiempo! Jajajaja.

Con respecto al "viejazo", yo voy de mal en peor, Jaime.

Sobre tus rodillas, insisto, hazte ver! :-D

Que tengas buena semana.

 

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