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La policía lo descubrió por sus propios gritos de desesperación. El oficial Michael Brown explicó que el hombre estaba atrapado y había perdido totalmente el control por el miedo a caer hacia una muerte poco recomendable.
En la foto tomada por la policía el ladrón de 46 años se muestra cubierto de la grasa que sube diariamente de la freidora y que es absorbida por el ducto que ventila la cocina. El hombre, que purgó una condena en 1992, se encontraba en libertad condicional por hurtos anteriores. Ahora debe enfrentar nuevos cargos por conducta criminal, posesión de herramientas destinadas a robo, y destrucción de propiedad privada.
Fuente: http://noticias.latam.msn.com/
Quizás, acompañado de unas papas duquesa no hubiera quedado tan mal.
2 comentarios:
Este incidente plantea un interesante debate: ¿Es posible la reinserción de chorizos y demás ladrones? Parece que al final acaban volviendo a las andadas...
Siempre, siempre vuelven a cometer fechorías... al menos por aquí es una realidad concreta, Runner.
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